THE TERMINATOR – El cosplay

En realidad, mi primer Cosplay no ha sido «El Caballero Oscuro». En el año 2015 fuimos al Parque Warner todos disfrazados durante el puente de todos los Santos, vamos, lo que ahora se llama Halloween.

Mi disfraz, que yo diría que más bien cercano al Cosplay, era de TERMINATOR. Para ello, utilicé una careta de calavera metálica del chino, que recorté simulando el interior del robot. Me puse también unos músculos de gomaespuma debajo de la camiseta. Pero lo que más impactaba del cosplay era el ojo cibernético en movimiento:

Se basaba en un IPOD nano 6G debajo de las gafas, que era un aparato realmente impresionante para la época (2010). Sin duda uno de los mejores dispositivos que he tenido nunca. Su tamaño diminuto, batería duradera (para el tamaño), gadgets adicionales como sensor para contar las pisadas de la zapatilla de running y con capacidad de reproducción de imágenes a todo color. Tenía también esferas de reloj intercambiables, que con una correa que te podías fabricar y se convertía en el primer smartwatch de la historia. Creo que por ello lo retiraron del mercado y después sacaron el iwatch.

Curiosamente todos los ipad nano (tuvimos 3) sufrieron la misma avería: el botón de encendido dejaba de funcionar. ¿Obsolescencia programada?. Nooo, en Apple, que son seres de luz, nunca se les ocurriría diseñar algo a sabiendas que tienes que volver a renovar en menos tiempo del que deberías.

Para generar el efecto de movimiento del ojo utilicé la opción de reproducción secuencial de fotografías de Ipod, bajándome unos ojos de HALL900, y a los que añadí unos mensajitos de broma sobre el Parque Warner. Encima, llevaba dos pistolas con puntero láser e iba señalando el camino a los niños (que seguían el puntero como los gatos), hasta que les iba acercando y les gastaba la broma. La gente pensaba que era parte del Staff del parque…

Años más tarde, en la FREAKOM del 2020, justo unos días antes del confinamiento, dos unidades Terminator T-800 viajaron al pasado para buscar a John Connor, menos mal que Spiderman apareció y evitó una tragedia.

Arnold, disculpa, no me pongas esa cara, que yo también me he asustado cuando le he dado al gatillo.

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