Una de las fases más importantes de este proyecto cosplay es el acabado de pintura. Se trata de simular un acabado metálico mate, lo cual es un reto con una base de goma eva. Mirando tutoriales de Internet, he acabado aprendiendo que la mejor manera de conseguir un acabado creíble es utilizar un spray vinílico. En mucho sitios de cosplay hablan de PLASTI-DIP, y era el que quería comprar, pero resulta que era caro y había que importarlo de EEUU. Después descubrí que FULLDIP era lo mismo, pero en Europa.
Hay muchos tipos de colores, pero creo que el objetivo es conseguir un negro metalizado mate, más que negro mate a secas. El acabado no es muy negro, tiene un tono algo grisáceo, pero es convicente. Al fin y al cabo, no es El caballero Negro. Lo más gracioso es que lo compré por Amazon a una tienda física. Cuando iba a comprar más botes, porque con uno sólo da para pintar un par de piezas, resulta que la tienda… ESTA A 10 MINUTOS DE MI TRABAJO!! y cuesta un par de euros menos en ella. Pahabernosmatao, menos mal que online sólo compré un bote. De todas las tiendas del pais y resulta que es de mi ciudad. Otra de esas serendipias que animan.
Las piezas necesitan un tratamiento de GESSO primero, que es como una pintura plástica densa. Hay que darle como 3 o 4 capas. Al final, es necesario lijar con lija de grano fino para que quede pulido. Eso le aporta dureza a la pieza y sobre todo, hace que el FULLDIP se fije mejor y quede como liso.
Para la aplicación del spray, hay que dar al menos 3 capas. La aplicación debe ser rápida y uniforme a unos 50 cm de distancia en vertical. El spray debe ser bastante tóxico, lo mejor es pintar en exteriores y con guantes y una máscara con filtro FPP2. Por lo que tuve que forrar el balconcillo del dormitorio con plástico. La pintura la dejé para el domingo por la mañana, de manera que el dormitorio estuviera ventilado a la noche. Ejem. El niño estaba entusiasmado con la pintura en spray, pero después de una pequeña prueba, decidió por si solo que no era lugar para niños.
El acabado final queda muy decente. La pintura parece duradera, aunque en los bordes y las zonas de rozamiento sufre demasiado y hay que retocar.
El proceso es laborioso, pero muy divertido. Eso sí, han estado a punto de enviarme a dormir a un taller de chapa y pintura. Una santa, lo que yo digo.